A diferencia de las pymes, que se orientan a mercados locales o nacionales, las startups tienen ambiciones globales desde el inicio, se centran en la innovación y dependen de inversiones externas para financiar su desarrollo.
Las startups atraviesan diversas etapas: desde la fase de idea, el desarrollo de un producto mínimo viable (MVP), la búsqueda de financiación, hasta el crecimiento y la expansión. Dependiendo del tipo de financiación, pueden recurrir a fuentes como amigos y familiares, business angels, capital semilla, venture capital o private equity.
El éxito de las startups ha dado lugar a nuevos términos como scaleups (startups en crecimiento consolidado), unicornio (valoradas en más de mil millones de dólares), y decacornio (valoradas en más de 10.000 millones de dólares). Ejemplos de startups exitosas incluyen gigantes como Google, Facebook (Meta) y Twitter, que comenzaron como startups.
Además, existen iniciativas como Repsol Corporate Venturing, que apoya startups en sectores como la descarbonización, la economía circular y la movilidad sostenible.
